Opuesto a las palabras, el ordenamiento y las intenciones de una obra arquitectónica no tienen una definición formalizada o comprendida por todos. Recapitulando nociones presentadas en la publicación previa, al contrario de la primera teoría sobre la autoría en el mundo literario por Compagno, en la arquitectura la intención no siempre se puede desprender del autor. Más bien parten o surgen de las respuestas y estilos que cada arquitecto brinde como respuesta a su obra.
Al igual que la literatura, donde podemos fácilmente atribuir un Quijote de la Mancha a Cervantes o un Aureliano Buendía a García Márquez, en el mundo de la arquitectura reconocer y atribuir intenciones a un arquitecto resulta parecido. Por ejemplo los edificios de líneas curvas, grandes movimientos, casi surrealistas o futuristas podrían ser atribuidos a arquitectos como Frank Gehry o Zaha Hadid. De igual forma, edificios que parecerían ser de “muros gruesos” se pueden atribuir a arquitectura de mampostería antigua o a los hermanos Aires Mateus. A lo que voy es… ¿acaso la autoría en la arquitectura va arraigada al estilo?
Los estilos arquitectónicos se ven enfrentados a cambios y constante reinterpretación. A través del estilo los arquitectos logran su “marca”, mediante el uso de elementos constates y reconocibles es que se alcanza la autoría arquitectónica. Frank Gehry es un claro ejemplo de esto mediante su línea de expresión bastante separatista de rasgos estilísticos típicos. Mediante el uso de convenciones y tradiciones tanto arquitectónicas como artísticas Gehry logra transmitir su propio estilo diferente y reconocible. Igualmente sus intenciones detrás de cada obra promueven e invitan a innovar y reinterpretar su propio método de expresión espacial. Exponiendo su propio lenguaje… expresando su autoría.
Tomando en cuenta esto, entonces de la autoría y la arquitectura podemos entender como la intención y el estilo son los verdaderos autores dentro de este campo constructivo. Ya sean reinterpretados o canalizados, la intención en un proyecto siempre promoverá instancias para reinventar e innovar dentro de estilos propios, adoptados o reinterpretados. Es gracias a este junte entre el estilo y la intención que arquitectos como Gehry, Moneo y muchos otros ganan su autoría.
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